Esto Es Lo Que Tienes Que Aceptar Cuando Te Cuento De Mi Pérdida: No Me Da Vergüenza

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Cinco años o algo después de que mi papá falleció, yo era una niña de dieciséis años, empezando a pisar las aguas profundas de hablar con chavos y tratar de entenderlos.

El (digámosle Roberto) no era el primer chico que demostraba mutuo interés hacia mí, pero eso no hacía más fácil el hecho de que mi papá nunca lo podría conocer, o ponerle el miedo de Dios la primera vez que me recogiera para una cita.

Como en cualquier relación nueva (sea como amigos o de otra forma) sabía que tenía que contarle de mi papá en algún punto.

Su primera reacción no fue una de total sorpresa. Simplemente mencione como mi padre medía seis pies y cinco pulgadas, a lo que Roberto respondió algo entre las líneas de “‘¿Medía?’ ¿Esta muerto?” Encantador, lose, pero en ese tiempo me gustó tanto la franqueza . Le dije que sí, que había muerto cuando yo tenía once años, y de ahí pasamos a otras vagas conversaciones que ya no recuerdo.

En este punto pensé que estaba fuera del bosque – el sabia de mi papá y podía hablar de el sin que tuviéramos incomodos malentendidos en el que el pensara que mi padre seguía vivo. 

Nunca olvidare la próxima vez que paso, sin embargo. Ya olvide las cosas específicas de la conversación, pero los sentimientos que invoco todavía me persiguen. Roberto y yo todavía estábamos tratando de conocernos el uno al otro y es natural esperar que uno hable de historias sobre familiares. Solamente quería compartir una memoria de mi padre, pero Roberto me dijo que se sentía incómodo hablando sobre eso y que prefería que me dejara esas historias para mí misma.

No hace falta decir que “Roberto” ya no es parte de mi vida.

Me di cuenta que no poder hablar sobre la muerte de mi padre como si fuera un Tabú, un tema intocable que merece estar metido debajo de un tapete es inaceptable para mí. Por suerte Roberto y yo éramos jóvenes sin compromiso, y mi corazón solo se rompió muy poco.

Pero no quiero que nadie nunca sienta como si compartir historias sobre tus seres queridos está mal porque tal vez hace sentir incomodo a unas personas.

Si, si es incómodo la primera vez que alguien te cuenta sobre su perdida. Estas inseguro sobre el proceso de lamento, o no sabes si estas reviviendo recuerdos dolorosos para la persona o tal vez no sabes que decir.

Sin embargo, traten por favor de entender de donde vienen. Probablemente esta persona ha estado esperando el por el momento indicado para decirte, y finalmente te tienen la confianza y saben que estás listo para escuchar la verdad. Tener la confianza de compartir su historia no significa que no están llenos de estas preguntas: ¿Pero qué tal si no están listos? ¿Pero qué tal si esto hace que huyan? ¿Pero qué tal si no quieren lidiar con el paquete que viene con ser una adolecente con “Problemas de papa”? ¿Qué tal si esto los pone incomodos?

Ya no soy una niña de dieciséis años.

Francamente, no me importa cuán incomodo estés con la muerte de mi padre, porque tú no tuviste que pasar por ella.

Tu no estuviste en el funeral, tu no caminaste en el pasillo de la iglesia atrás de su féretro, tú no te levantaste en medio de la noche llorando porque por fin recordaste que algún día tendrás una boda y el no estará ahí para caminar contigo hacia el altar.

Todas esas cosas eran incomodas para mí, pero son partes esenciales de quien soy.

Y si yo pienso que eres lo suficiente especial para mí como para contarte de mis memorias favoritas de él y me dices que no lo haga porque te hace sentir incómodo, te prometo que nunca compartiré nada contigo nunca.

El proceso de sufrimiento de tu amigo y de sus seres queridos es sobre ellos no sobre ti. Si te quieren compartir memorias felices que hacen que te sientas incomodo por favor trata de recordar cómo les podría afectar tu respuesta. Tú tienes el poder de dejar que ellos se abran contigo y que se muevan un poco más cerca al proceso de sanar o tal vez solo hagas que se cierren y nunca compartan nada.

Tengo muchas memorias que puedo compartir de mi hombre favorito, y no me siento mal que te haga sentir incómodo.

¿Que pensaron de la historia de Rachelle? Cuéntanos en los comentarios.

Original piece found here. Translated by Monica Gudiño Belden

Too Damn Young
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